ANATOMIA Y FISIOLOGIA PULMONAR
DIPLOMADO EN AEROMEDICINA Y TRANSPORTES DE CUIDADOS CRÍTICOS
REVISIÓN DE LA ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA PULMONAR.
PROFESOR TITULAR : JAIME CHARFEN HINOJOSA
ALUMNO: LEOPOLDO AGUIRRE GALINDO
INTRODUCCION:
Una persona puede vivir por
varias semanas sin alimento y varios días sin agua, pero solamente unos pocos
minutos sin oxígeno. Cada célula en el cuerpo necesita un suministro continuo
de oxígeno para producir energía y crecer, repararse o reconstituirse, así como
para mantener las funciones vitales. El oxígeno debe estar disponible para las
células de manera que ellas lo puedan utilizar. Deber ser incorporado dentro
del cuerpo como aire purificado, enfriado o calentado, humidificado y entregado
en las cantidades adecuada.
Es de suma importancia conocer la
anatomía del aparato respiratorio y entender la fisiología pulmonar para el
manejo del paciente en estado crítico, sobre todo si el mismo debe ser
trasladado ya sea vía terrestre, marítima, pluvial o aérea.
A. El
sistema respiratorio.
El sistema respiratorio es el
vínculo para obtener esta fuente vital de oxígeno. Incluye el diafragma y los
músculos del tórax, la nariz y la boca, la faringe y la tráquea, el árbol
bronquial y los pulmones. Cada uno de estos elementos será tratado más
adelante. (Véase figura 1-1. El sistema respiratorio). También se encuentran
involucrados el torrente sanguíneo, el corazón y el cerebro. El torrente
sanguíneo capta el oxígeno de los pulmones para distribuirlo al resto del
cuerpo y regresa el dióxido de carbono hacia ellos para su remoción. El corazón
crea la fuerza para desplazar la sangre a la presión y velocidad adecuada a
través de todo el cuerpo. El fino funcionamiento del sistema completo es
regulado por el cerebro y el sistema nervioso autónomo.
Una persona en reposo respira
alrededor de 6 litros de aire por minuto. El ejercicio intenso puede
incrementar esta cantidad hasta cerca de 75 litros por minuto. Durante un
período de trabajo de 8 horas, con actividad moderada, la cantidad de aire
respirado puede estar alrededor de los 8.5 m3 (300 pies cúbicos). Habitualmente
se piensa que la piel, con su área de superficie de 1.9 m2 (20 pies cuadrados),
presenta la mayor exposición al aire que cualquier otra parte del cuerpo. Sin
embargo, son en realidad los pulmones quienes tienen la máxima exposición, con
un área de superficie expuesta al aire de 28 m2 (300 pies cuadrados) durante la
fase de reposo, y de hasta 93 m2 (1,000 pies cuadrados) durante una respiración
profunda.
El sistema respiratorio es
susceptible al daño causado por materiales tóxicos inhalados e irritantes,
debido a que el área de superficie de los pulmones expuesta al aire es
sumamente grande y a que el cuerpo tiene una gran necesidad de recibir oxígeno.
La capacidad del sistema respiratorio de funcionar de manera apropiada tiene un
gran impacto en el organismo. Las enfermedades de cada una de sus partes pueden
conducir a una enfermedad o dañar otros órganos vitales. Por ejemplo, la
enfermedad pulmonar ocupacional puede llevar a una cardiopatía.
1-1 Figura 1-1- EL SISTEMA
RESPIRATORIO Tomado de la obra: Una introducción a las enfermedades pulmonares
ocupacionales, de la Asociación Americana del Pulmón (American Lung
Association). Nueva York, NY. Macmillan. 1999: pp 10. (5).
B. Mecanismo de la respiración
El aire que
contiene el oxígeno entra al cuerpo a través de la nariz y la boca. De ahí,
atraviesa la faringe o garganta en su camino hacia la tráquea. La tráquea se
divide en dos vías aéreas principales llamadas bronquios, los cuales llegan a
los pulmones; uno al pulmón derecho y otro al pulmón izquierdo. Los bronquios
se subdividen o se ramifican en varias ocasiones formando bronquios más
pequeños, quienes a su vez se vuelven a ramificar en varias ocasiones formando
bronquiolos. Estos bronquios y bronquiolos se denominan el árbol bronquial
debido a que las subdivisiones o ramificaciones que sufren se parecen a las
ramificaciones de un árbol, sólo que en una posición inversa. Después de
alrededor de 23 divisiones, los bronquiolos terminan en los conductos
alveolares. Al final de cada conducto alveolar, se encuentran cúmulos de
alvéolos (sacos alveolares). El oxígeno transportado a través del sistema
respiratorio es finalmente transportado al torrente sanguíneo a nivel de los
alvéolos (Véase figura 1-2. Diagrama esquemático de la vía aérea).
La tráquea, los bronquios principales y
aproximadamente la primera docena de divisiones de los bronquios más pequeños
tienen ya sea anillos o placas de cartílago en sus paredes que les evitan
colapsarse o que bloqueen el flujo de aire. El resto de los bronquiolos y los
alvéolos no tienen cartílagos y son muy elásticos. Esto permite que respondan a
cambios en la presión conforme los pulmones se expanden y se contraen.
Los vasos
sanguíneos del sistema de la arteria pulmonar acompañan a los bronquios y a los
bronquiolos. Estos vasos sanguíneos también se ramifican en unidades cada vez
más pequeñas hasta terminar en capilares, los cuales se encuentran en contacto
directo con los alvéolos. El intercambio gaseoso sucede a través de esta
membrana alveolar-capilar cuando el oxígeno se desplaza hacia adentro y el
dióxido se desplaza hacia fuera del torrente sanguíneo (Véase figura 1-3.
Imagen ampliada de los alvéolos y los capilares). Aunque los 300 millones de
alvéolos que se encuentran en el pulmón son microscópicos, representan en su
conjunto un área de superficie equivalente a las dimensiones de una cancha de
tenis.
La capacidad de
difusión mide la facilidad con la cual el intercambio gaseoso se lleva a cabo
entre los alvéolos y los capilares. Ciertas enfermedades pulmonares que afectan
a los alvéolos y a la pared de los capilares, pueden interferir con la difusión
y reducir la cantidad de oxígeno que llega al torrente sanguíneo.
Este movimiento
de aire hacia adentro y hacia fuera es lo que denominamos ventilación. La
contracción de los músculos inspiratorios (el principal músculo inspiratorio es
el diafragma) hace que se expanda la cavidad torácica, generando una presión
negativa. El flujo de aire resultante que se dirige hacia los pulmones se
denomina inspiración. Durante una inspiración máxima, el diafragma se contrae
forzando al contenido dentro del abdomen a desplazarse hacia abajo y hacia
fuera (Véase figura 1-1). También intervienen los músculos intercostales
externos, que se encuentran entre las costillas. Estos músculos se contraen y
elevan a las costillas durante la inspiración, incrementando de esa manera el
diámetro de la cavidad torácica. Además de estos músculos, los músculos
escalenos y esternomastoideos del cuello pueden utilizarse durante
ventilaciones extremas o en condiciones de insuficiencia respiratoria.
FIGURA 1-2.
DIAGRAMA ESQUEMÁTICO DE LAS VÍAS AÉREAS
Diagrama
esquemático de las vías aéreas. Subdivisión progresiva del árbol traqueo
bronquial.
La espiración normal es un
proceso pasivo y es resultado de la elasticidad natural tanto del pulmón
expandido como de la pared torácica. (Sin embargo, cuando la respiración es
rápida, los músculos intercostales internos y los músculos abdominales se
contraen ayudando a sacar el aire de los pulmones de una manera más rápida y
completa). Se puede pensar al pulmón como lo opuesto a una esponja. Cuando una
esponja es exprimida y liberada, su elasticidad hace que regrese a su tamaño
original. Al final de una inspiración, la elasticidad del pulmón causa que
regrese a sus dimensiones más pequeñas, lo cual ocurre entre respiración y
respiración. La capacidad del pulmón para lograr esto se le denomina
elasticidad o rebote elástico.
El grado de rigidez o de
distensibilidad del tejido pulmonar va a afectar la cantidad de presión
necesaria para aumentar o disminuir el volumen del pulmón. La distensibilidad
pulmonar puede afectar a la elasticidad. Conforme aumenta la rigidez, el pulmón
pierde cada vez más la capacidad de regresar a su tamaño normal durante la
espiración.
La magnitud de la resistencia al
flujo del aire también puede afectar a los volúmenes pulmonares. La resistencia
es una medida de la facilidad con la cual el aire pasa a través de las vías
aéreas. Esta resistencia está determinada por el número, la longitud y el
diámetro de las vías aéreas.
Un individuo con un alto grado de
resistencia puede no ser capaz de exhalar de manera completa, quedando de esa
manera el aire atrapado en los pulmones. La capacidad total de los pulmones
resulta en ocasiones útil para comprender la patología pulmonar. Una estimación
razonable de la capacidad pulmonar total se puede obtener al combinar varios
parámetros volumétricos. (Véase figura 1-4. Volúmenes pulmonares). Los
parámetros más comunes son:
1. Volumen corriente (también
conocido como volumen tidal o VT, volumen en marea, en inglés: Tidal Volumen):
es, durante una respiración tranquila y relajada, el volumen de aire que es inhalado
o exhalado con cada respiración.
2. Volumen de reserva espiratoria
o VRE (Expiratory Reserve Volume): es la máxima cantidad de aire que es
exhalada de manera forzada después de una inspiración normal y una espiración
normal. La cantidad de aire exhalado será mayor que la que había sido inhalada
inmediatamente antes.
3. Volumen de reserva
inspiratoria o VRI (Inspiratory Reserve Volume): es la máxima cantidad de aire
que puede ser inhalada de manera forzada después de una inhalación normal.
4. Volumen residual o VR
(Residual Volume): es la cantidad de aire que permanece en los pulmones después
de la espiración máxima.
5. Capacidad vital o CV (Vital
Capacity): es la máxima cantidad de aire que puede ser exhalada después de una
inhalación máxima. La capacidad vital es la suma del volumen tidal, del volumen
de reserva inspiratorio y del volumen de reserva espiratorio. (La cantidad de
aire que puede ser exhalada con un esfuerzo máximo después de una inhalación
máxima se denomina capacidad vital forzada [Forced Vital Capacity o CVF]). La
CVF es el volumen que es medido en la espirometría.
6. Capacidad pulmonar total o TPT
(Total Lung Capacity, TLC): es la suma de la capacidad vital y del volumen
residual.
C. Mecanismos
para proteger a los pulmones de los riesgos que son transportados por el aire.
Los
contaminantes del aire pueden estar en forma de gases (vapores), líquidos o
sólidos (humos y polvos). (Véase el apéndice B, una revisión de los riesgos
ocupacionales para el pulmón para una discusión sobre los tipos más frecuentes
de riesgos pulmonares que se observan en el ámbito ocupacional.) Diferentes
tóxicos químicos o materiales irritantes que son inhalados pueden lesionar al
árbol traqueo-bronquial o los pulmones. Estas sustancias pueden también causar
daño en otras partes del cuerpo debido a que los pulmones ofrecen una vía
importante de exposición.
Para que una
sustancia peligrosa afecte los pulmones, debe primero pasar a lo largo del
árbol traqueo-bronquial y alcanzar los alvéolos. Los mecanismos de defensa del
organismo previenen que alcancen el pulmón todas las partículas excepto
aquéllas más pequeñas. En términos generales, una persona puede ver a simple
vista partículas tan pequeñas como aquéllas de 50 micras de diámetro (el
símbolo “µm” es la abreviación de la palabra micra). Para poner esto en
perspectiva diremos que hay 25,400 micras en una pulgada o 10,000 micras en un
centímetro. Algunas partículas más pequeñas pueden ser en ocasiones vistas si
una fuerte luz es reflejada en ellas (tales como las manchas que pueden ser
vistas cuando la luz del sol pasa a través de una ventana). Las partículas de
un tamaño respirable son menores a 10 micras y no pueden detectarse sin un
microscopio.
El tamaño, la
forma y la masa de las partículas determinan el lugar dentro del sistema
respiratorio donde son depositadas. Las partículas mayores de 5 micras,
habitualmente no permanecen flotando en el aire lo suficiente como para ser
inhaladas o atrapadas por la nariz. Las partículas más pesadas se eliminan
rápidamente si es que son inhaladas. Es más probable que las partículas de
tamaño intermedio (1-5 micras) se depositen en la traquea y en los bronquios.
Las partículas más pequeñas (0.01-1 micras) alcanzan con mayor probabilidad los
bronquiolos, los conductos alveolares y los alvéolos. Las partículas fibrosas o
de forma irregular tienden a quedar atrapadas a nivel de los bronquiolos o a
nivel de sus encrucijadas. Sin embargo, algunas fibras y partículas pequeñas
viajan fácilmente a los alvéolos debido a sus propiedades aerodinámicas.
Los pulmones
tienen varios mecanismos para protegerse de la contaminación por partículas y
por agentes infecciosos. Los finos vellos de la nariz ofrecen la primera línea
de barrera para filtrar grandes partículas de polvo y de otros materiales. Sin
embargo, cuando el individuo hace ejercicio o trabaja intensamente, necesita
respirar a través de la boca y de esa manera queda superado el filtro nasal.
El reflejo de
la tos limpia a la traquea y a los bronquios principales de los materiales
extraños. En cualquier momento que los materiales irritantes toquen las paredes
de las vías aéreas, el tórax y los pulmones contraatacan rápidamente. Como
resultado de esto, el aire es forzado a salir rápidamente de los pulmones, con
lo que habitualmente se expele al irritante.
La traquea,
los bronquios y los bronquiolos mayores están tapizados con finas células
ciliares que tienen estructuras filiformes. Estas células se encuentran
cubiertas por una delgada capa de moco que atrapa el material extraño. Los
cilios van a oscilar rítmicamente, moviendo el material atrapado hacia la
garganta donde se puede tragar o escupir y de esa manera se puede eliminar del
cuerpo. Este proceso se denomina escalador mucociliar (véase figura 1-5.
Escalador mucociliar).
El recubrimiento traqueal donde se muestran las células
ciliadas y las células caliciformes así como la recubierta de moco. Esto, en
conjunto, se denomina “escalador mucociliar”
Los macrófagos alveolares son
células especializadas que se movilizan con el objeto de destruir bacterias y
virus. En los pulmones sanos, la producción de macrófagos y de moco aumenta
conforme es necesario para remover materiales extraños y después retorna a
niveles normales. Al toser, inmediatamente se remueven las partículas irritantes
y al escalador mucociliar puede tomarle unas cuantas horas expulsar el material
extraño. Sin embargo, a las áreas más profundas de los pulmones puede tomarles
considerablemente más tiempo para quedar despejadas de las partículas (7). Los
pulmones que reciben prolongadas o repetidas exposiciones a contaminantes del
aire, eventualmente puede resultar sobrepasada su capacidad, debido al ritmo de
depósito de materiales y a la constante irritación. Como resultado, los
contaminantes se acumulan, contribuyendo al desarrollo de las enfermedades
pulmonares ocupacionales.
D. CONCLUSION
La anatomía básica del aparato
respiratorio que incluye el diafragma, los músculos del tórax, la nariz y la
boca, la faringe y la tráquea, el árbol bronquial y los pulmones que se describe
brevemente en este artículo es lo más básico en cuanto a el conocimiento del
aparato respiratorio, sin embargo es de
suma importancia por ejemplo para la intubación endotraqual, la anatomía
topográfica y descriptiva es para desarrollo de un tema más amplio, en cuanto a
la fisiología del aparato respiratorio
que de igual manera se plantean los aspectos más básicos como son el
intercambio gaseoso, la captación por parte del sistema circulatorio del oxígeno
y su transporte a todo el organismo, es una forma clara y resumida de explicar parte
del metabolismo aeróbico. Lo cual es de suma importancia ya que en el
transporte de pacientes críticos la mecánica pulmonar y la ventilación mecánica
asistida es ocupado con mucha frecuencia. Para fines de incrementar el
conocimiento en cuanto a la fisiología pulmonar se debe revisar también la
neurofisiología del aparato respiratorio, el metabolismo celular, la
circulación mayor y menor, el corazón, el sistema musculo esquelético
principalmente del tórax. Por lo que en resumen esta sería una revisión sobre
un artículo para el conocimiento básico del aparato respiratorio como tal.
E. Opinión
personal del tema:
Es de suma importancia para el
cuidado del paciente critico conocer los aspectos básicos fundamentales de los
diferentes sistemas del cuerpo humano, por lo que en esta breve revisión de la
anatomía del aparato respiratorio y la fisiología pulmonar podemos ubicar
algunos aspectos que es importante resaltar: el aparato respiratorio está
compuesto por la nariz, boca, lengua, uvula, orofaringe, retrofaringe,
epiglotis, taquea, Karina, pulmón y bronquio derecho, pulmón y bronquio
izquierdo, bronquiolos, alveolos o sacos alveolares y capilares que es donde se
da el intercambio gaseoso quedando el oxígeno atrapado en las células
sanguíneas llamadas eritrocitos dejando el dióxido de carbono para
posteriormente ser exhalado, una vez realizado el intercambio el oxígeno se transporta a todas las células del
organismo para ser utilizado en el metabolismo celular necesario para la producción de energía
necesaria para la vida. La capacidad de difusión es precisamente el que se da
cuando se produce el intercambio gaseoso a nivel alveolar, la capacidad
pulmonar es de 6 litros de aire por minuto. El ejercicio intenso puede
incrementar esta cantidad hasta cerca de 75 litros por minuto. Todo esto sucede
durante la ventilación que es cuando el tórax se expande, el diafragma se mueve
hacia abajo, los músculos accesorios se contraen y se genera una presión
negativa dando como resultado una inspiración, La espiración normal es un
proceso pasivo y es resultado de la elasticidad natural tanto del pulmón
expandido como de la pared torácica, sin embargo en la espiración forzada
pueden ayudar también los músculos accesorios y el diafragma, esto regularmente
se puede presentar en la disnea y en la prueba de espirometria. La elasticidad
pulmonar o rebote elástico se puede equiparar a lo opuesto a una esponja la
cual al comprimirla debido a su composición regresaría a su forma habitual, en
el caso de los pulmones al momento de la inspiración estos se contraen en
espera de volver a una insuflación para distenderse.
La distenbilidad es equiparable a
grado de rigidez la cual se puede constatar por la dificultad para meter
volumen al pulmón, esto se da regularmente en pulmones con alguna patología
concomitante como la fibrosis pulmonar o la enfermedad obstructiva crónica.
Otro factor que afecta el volumen es la resistencia al flujo de aire, esto
puede deberse a problemas en el tracto respiratorio como en el caso del edema
por anafilaxia o el asma bronquial. Un paciente con alto grado de resistencia
puede tener un volumen residual debido a problemas a la exhalación, esto puede
afectar la capacidad pulmonar lo cual puede ser medida o tomado de los
siguientes parámetros básicos:
1. Volumen
tidal o volumen corriente, que es el que se da en la respiración relajada y
básicamente es la capacidad de llenado y vaciado pulmonar.
2. Volumen
de reserva o espiratorio, es la máxima cantidad de aire exhalado en una
ispiracion y espiración normal, siendo esta de mayor cantidad que la inhalada
ya que es volumen reserva.
3. Volumen
de reserva inspiratoria, es la máxima cantidad de aire inhalado la cual puede
forzarse después de una inspiración normal.
4. Volumen
residual, es la cantidad de aire que queda después de una espiración normal o
forzada.
5. Capacidad
vital, practicante es la suma del volumen tidal, el volumen de reserva inspiratorio
y del volumen de reserva espiratorio.
6. La
capacidad pulmonar total es la suma de la capacidad vital y del volumen
residual.
Existen diferentes situaciones
que pueden afectar el aparato respiratorio al estar expuesto al aire ambiente,
para esto el organismo tiene un mecanismo de defensa del tracto respiratorio en
sus diferentes partes antes revisadas, también será de suma importancia el
tamaño de las particualas y su composición ya que estas pueden pasar atreves
del sistema capilar alveolar al torrente sanguino intoxicando al paciente a
nivel sistémico, la primera línea de defensa es de tipo mecánico, siendo los
vellos de la nariz y la misma mucosa nasal de la orofinge una especie de filtro
para partículas grandes, la tos como mecanismo reflejo es también un proceso
para expulsar partículas nocivas o no. Posteriormente en el tracto traqueal y
bronquial células ciliadas atrapan una gran cantidad de agentes y gérmenes,
estas células que se encuentran en gran parte del tracto respiratorio se
encargan de atrapar en conjunto con una delgada capa mucosa dichas partículas,
las cuales después serán expulsadas por un mecanismo de arrastre llamado
escalador mucociliar por el cual pueden ser expulsadas en las secreciones hacia
el exterior. Quedando como último mecanismo de defensa las células sanguíneas
como los macrófagos y leucocitos. Evidentemente a mayor exposición a un agente
extraño la capacidad de los mecanismos de defensa se ven rebasados y esto puede
generar la mayor parte de las patologías ocupacionales, inducidas o por
accidentes. Es de gran importancia revisar ampliamente la fisiopatología y las
patologías del tracto respiratorio para entender los mecanismos que afectan
dicho sistema.
BIBLIOGRAFIA
CDC/ CENTROS PARA EL CONTROL Y LA
PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES Instituto Nacional para la Seguridad y Salud
Ocupacional/ NIOSH División de Estudios de Enfermedades Respiratorias
Departamento de Vigilancia Epidemiológica Morgantown, Virginia Occidental 26505
Y EL INSTITUTO NACIONAL DE ENFERMEDADES RESPIRATORIAS México DF, México 2015
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