Emergencias ginecólogas
DIPLOMADO EN AEROMEDICINA Y CUIDADOS CRÍTICOS
Dr. Leopoldo Aguirre Galindo
Tema: Emergencias ginecólogas
Es de vital importancia para el sistema nacional de salud, abatir la muerte materna, por lo que se considera un programa prioritario dentro de las acciones en salud publica. En el centro regulador de urgencias medicas que es donde yo laboro, se tienen manuales de operación para el manejo de diversos padecimientos, a continuación comparto el manual que recién se eleboró para el traslado de pacientes obstetricas y el manejo de sus complicaciones.
Debido a la geografía del estado de Veracruz, muchos de los casos detectados con antelación en relación presentar algún riesgo obstetrio se decide el traslado a un centro hospitalario especializado, o en el caso de una emergencia obstétrica o ginecológica el traslado electivo, ya sea vía terrestre o vía aérea , ya que hay localidades que se encuentran hasta 10 hrs del centro de atención mas adecuado.
TRASLADO SEGURO DE PACIENTES OBSTETRICAS.
INTRODUCCION:
El presente documento pretende
ser una herramienta accesible y práctica para el abordaje de las situaciones de
emergencia y urgencia obstétricas más frecuentes. Trata las principales causas
de mortalidad materna, en el entendido que el correcto diagnóstico y manejo de
las mismas puede evitar la muerte de la mujer gestante.
La mortalidad materna es un
indicador de las condiciones de vida y asistencia sanitaria de una población y
la casi totalidad de las mismas ocurre en países en vías de desarrollo (99%).
La falta de educación, alimentación adecuada, soporte social y asistencia
sanitaria se asocian fuertemente con la mortalidad materna. Así mismo, la
mortalidad materna, evidencia las desigualdades de género, tanto en el acceso a
la educación, la nutrición y la asistencia sanitaria.
Esta situación evidencia el
carácter prevenible de la muerte materna y la importancia de establecer
acciones extrasectoriales que mejoren condiciones de vida e intrasectoriales
que garanticen la calidad y el acceso a la asistencia sanitaria a toda la
población.
Las razones de la muerte materna
son múltiples y van desde la existencia de nacimientos en domicilio sin una
adecuada asistencia sanitaria y cementerios clandestinos, hasta la falta de
capacitación del personal de salud para reconocer y proceder al tratamiento de
estos casos.
En la búsqueda de evitar la
muerte materna existen acciones de fundamental importancia, estas incluyen:
Prevención del embarazo no
deseado. Incluyendo acceso a métodos de regulación de la fertilidad y acciones
sanitarias para evitar el aborto en condiciones de riesgo.
Cuidados prenatales accesibles y
de calidad. Aumentar el acceso al control y el mejorar la calidad del mismo son
acciones de alto impacto para abatir la mortalidad materna.
Asistencia adecuada y humanizada
del parto, el diagnóstico oportuno y manejo adecuado de las complicaciones
obstétricas y las urgencias obstétricas.
Adecuado control puerperal en
búsqueda de complicaciones.
La mayoría de las muertes son
debidas a trastornos hipertensivos asociados al embarazo, hemorragia anteparto
y postparto, sepsis y otras infecciones puerperales. Algunas de estas
complicaciones no pueden ser prevenidas y se desarrollan en forma aguda, aún en
pacientes sin factores de riesgo. Es por ello que resulta de gran importancia
reconocer en forma oportuna estas complicaciones y realizar un abordaje
inmediato y adecuado, de forma de evitar el agravamiento y la muerte de la
mujer.
Médicos, parteras profesionales o
enfermeras deben tener adecuado entrenamiento en la atención del parto o
embarazo no complicado y en la identificación, manejo y referencia de las
complicaciones maternas.
Es por ello que los programas
para reducir la muerte materna en los países con recursos limitados, deben
estar enfocados en el manejo adecuado de las complicaciones obstétricas.
JUSTIFICACION.
A pesar
de las varias iniciativas de solución que han sido promovidas en años
recientes, la muerte de mujeres durante el embarazo, el alumbramiento, y el
postparto sigue siendo un problema grave. El Número de muertes maternas ha
estado disminuyendo desde el año 2000, sin embargo la tasa aún se encuentra
lejos del objetivo de las Metas Del Milenio. De Acuerdo a la OMS, prevalecen
las tres principales causas de mortalidad materna: trastornos hipertensivos del
embarazo, las hemorragias durante el evento obstétrico y sepsis y otras
infecciones puerperales.
OBJETIVO
Establecer las
situaciones y condiciones en que deben ser trasladadas las pacientes
obstétricas de los hospitales, cuando el especialista no se encuentra
disponible, o no se cuenta con los insumos mínimos necesarios para la atención
de la paciente o el producto, esto con el fin de disminuir los potenciales
riesgos de eventos adversos asociados a su ausencia (tanto de personal como de
equipamiento).
ESTADOS HIPERTENSIVOS DEL EMBARAZO
Clasificación de trastornos
hipertensivos en el embarazo
Hipertensión crónica pregestacional: Corresponde a la
elevación de las cifras tensionales igual o mayor a 140 de tensión sistólica
y/o 90 mmHg de tensión diastólica en 2 tomas aisladas; que se presenta previo
al embarazo o antes de las 20 semanas de gestación.
Preeclampsia: Es la presencia de tensión arterial
diastólica mayor o igual de 90 mmHg o tensión sistólica mayor o igual a 140 (en
2 tomas) en otros casos se definirá por una aumento de 30 mmHg o más en la TAS
o de 15 mmHg o más en la TAD habitual, y la presencia de proteinuria (definida
como la evidencia de proteínas en orina mayor a 300 mg en 24 horas).
Hipertensión gestacional: Es la presencia de cifras
tensionales, sistólica y diastólica respectivamente, mayores o iguales a 140/90
sin proteinuria, detectada después de las 20 semanas de gestación. La cual
desaparece luego de los 3 meses postparto.
Preeclampsia sobre impuesta: Hipertensión arterial crónica
mas preeclampsia sobreagregada.
Otros criterios de severidad en
preeclampsia:
Renal- Oliguria menor de 0,3
cc/kg/hora en 6 horas (menos de 500 cc/día) Creatinina aumentada.
Neurológico- Síntomas de
inminencia de eclampsia: fosfenos, cefalea, epigastralgia, visión borrosa u
otras alteraciones cerebrales o visuales. Eclampsia.
Respiratorio: edema pulmonar y
cianosis.
Hematológico: Trombocitopenia
(menor de 150.000 por cc). Hemoglobina aumentada en estados de
hemoconcentración o disminuida en estados de hemólisis (HELLP). Tiempo Parcial
de Tromboplastina (PTT), Razón Internacional Normalizada (INR) aumentado.
Hepático: Aspartato Amino
Transferasa (AST) > 40 UI/L, Alanino Amino Transferasa (ALT) > 40 UI/L,
Láctico Dehidrogenasa (LDH) > 600 UI/L y Bilirrubinas aumentadas. Dolor en
cuadrantes superior derecho.
Criterios diagnósticos para
síndrome HELLP:
Plaquetas < 100.000/mm3
AST y/o ALT > 70 UI/L
LDH > 600 UI/L.
Tratamiento:
La preeclampsia severa es una
emergencia hipertensiva, en especial, cuando se asocia a crisis hipertensiva
con TAS > a 160 y/o TAD > 110 mmHg y manifestaciones de encefalopatía
hipertensiva o compromiso de órgano blanco. Esta consideración tiene una
importante repercusión en el enfoque terapéutico, ya que el manejo de la
presión arterial cobra más importancia, junto a la prevención de las
convulsiones y la finalización del embarazo.
Manejo antihipertensivo:
Urgencia hipertensiva: Elevación de TA >
160/110 sin lesión de órgano blanco
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• Reducción de tensión arterial en 24 a 48 horas.
• Antihipertensivos orales.
• Unidad de Cuidados Intermedios con control
continuo no invasivo de la tensión arterial.
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Emergencia hipertensiva: Elevación de TA >
160/110 con lesión de órgano blanco
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• Reducción de tensión arterial de manera
inmediata.
• Vasodilatadores endovenosos y antihipertensivos
orales
• Meta del tratamiento en embarazo: TAS entre 140
a 150 mmHg y la TAD entre 90 y 100 mmHg La disminución de TAD por debajo 90
mmHg está asociada a un mayor riesgo de insuficiencia uteroplacentaria.
• Meta del tratamiento en puerperio: TA menor a
140/90 mmHg en un periodo menor a 24 horas 10-16
• Unidad de Cuidados Intensivos con control
continuo invasivo de la tensión arterial.
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El tratamiento de la hipertensión
puede prevenir las potenciales complicaciones cerebrovasculares en la
preeclampsia pero no altera el curso natural de la enfermedad. Se pueden
utilizar los siguientes medicamentos:
Hidralazina
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Ampollas 20 mg/ 4 cc bolo de 5 - 10 mg cada 15 -
20 minutos hasta un máximo de 30 mg o una infusión a 0.5-10 mg/hora.
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Efectos adversos: taquicardia refleja,
palpitaciones, hipotensión (especialmente si hay depleción de volumen),
cefalea, ansiedad, temblor, vómitos, epigastralgia y retención de líquidos.
No se han identificado efectos teratogénicos o complicaciones neonatales
severas.
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Labetalol
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Ampollas de 100 mg/20cc: Inicio con 10 mg (2 cc)
o 20 mg (4 cc) endovenosos, si no hay respuesta aumentar a 40 mg (8 cc) y
luego a 80 mg (16 cc) cada 10 a 15 minutos hasta dosis acumulada de 300 mg.
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Mejores resultados con administración en forma de
bolos que en infusión continua. Efectos adversos: nauseas, cefalea y fatiga.
En neonatos se han reportado hipotensión, hipoglicemia, hipotermia y
bradicardia. Contraindicado en pacientes con asma y con falla cardiaca
descompensada.
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Nifedipino
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De corta acción capsulas o tabletas de 10
miligramos vía oral cada 20 minutos hasta 3 tabletas y luego 1 tableta cada 6
horas.
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Nifedipina de acción rápida: se ha descrito
crisis hipertensiva difícil de controlar.
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Nicardipino
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Infusión a 5 mg/h Incremento de 2,5 mg/h cada 5
minutos hasta un máximo de 10 mg/h.
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No afecta el flujo uteroplacentario y produce
menos taquicardia refleja que la nifedipina.
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Nitropusiato
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Infusión continua inicial a 0,2
microgramos/kg/min con un incremento cada 5 minutos, hasta un máximo de 4
microgramos /kg/min.
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Debe ser usado cuando ha fracasado el esquema de
primera línea. Luego de 6 horas de tratamiento pueden aparecer efectos
adversos, elevada tasa de muerte fetal, cefalea, palpitaciones, sudoración,
ototoxicicidad, disfunción del sistema nervioso central, inestabilidad
hemodinámica y acidosis láctica.
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Prevención de Eclampsia, sulfato
de Magnesio.
La administración de sulfato de
magnesio en mujeres con preeclampsia severa se asocia a una disminución del 58%
del riesgo de eclampsia (IC 95% 40-71%). En presencia de convulsiones, el
sulfato de magnesio continúa siendo el tratamiento de elección.
El manejo se inicia con una dosis
de carga de 4 a 6 gramos endovenosos seguida de una infusión entre 1 a 2 gramos
hasta 24 horas después del parto o de la última convulsión. En caso de
presentarse convulsiones recurrentes puede ser administrado un segundo bolo de
sulfato de magnesio con incremento de la infusión hasta 2 gramos/hora.
Esquema de uso del Sulfato de
magnesio:
Presentaciones Ampollas de 10 ml
con 5g al 50%, 2 g al 20% o 1g al 10%.
Plan de ataque: Uso endovenoso 4g
al 20% a pasar en 20 minutos en 150 cc de Solución salina isotónica.
Plan de mantenimiento: Uso
endovenoso 10 ampollas al 10% en 400 cc de Solución salina isotónica al 5% (2 a
3 gramos /hora) por microgotero a 15 microgotas/minuto o uso intramuscular,
inyección profunda de 5 gramos al 50% cada 4 horas.
Controles: diuresis, reflejos
osteotendinosos maternos y frecuencia respiratoria.
Intoxicación por Sulfato de
magnesio: se establece con la pérdida progresiva del reflejo patelar,
frecuencia respiratoria < 12 rpm y/o diuresis < 30 ml/hora.
Tratamiento de la intoxicación
por sulfato de magnesio:
En paciente no ventilada:
Suspender la infusión de sulfato de magnesio. Ventilar en forma manual o
mecánica. Administrar Gluconato de calcio 1 gramo intravenoso lento al 10%.
En paciente con ventilación
asistida: No es necesario suspender el tratamiento ni administrar Gluconato de
calcio.
Manejo obstétrico
Es un manejo expectante en
gestaciones menores de 32 semanas tras la estabilización materna con el fin de
alcanzar la maduración pulmonar si las condiciones maternas y fetales lo
permiten; solo en unidades de alta complejidad, con terapia intensiva materna y
alta tecnología para el monitoreo de la salud fetal y neonatal. Finalización
del embarazo en gestaciones mayores de 32 semanas o en gestaciones menores de
32 semanas que no sean pasibles de manejo expectante. En unidades de alta
complejidad y luego de la estabilización materna. El parto vaginal debe ser
monitorizado de manera continua y no hay contraindicación para el uso de la
analgesia obstétrica o anestesia regional si el conteo de plaquetas está por
encima de 75.000 por cc 6 horas antes del parto.
Otros:
Aporte de líquidos endovenosos a
1 cc/Kg/hora (incluido el goteo de sulfato de magnesio). Tromboprofilaxis en
pacientes con factores de riesgo bajos (edad >35 años, IMC>30,
insuficiencia venosa, multiparidad, etc.) o con uno de los factores de riesgo
alto (trombofilias, eventos trombóticos previos, enfermedades autoinmunes, HTA
crónica, Diabetes, etc.).
Esquema de manejo de la
preeclampsia severa en el embarazo o en las primeras 4 semanas del puerperio
1. Asegurar
dos accesos venosos con catéter 16 o 18, para infusión de volumen total de
líquidos a razón de 1 cc/Kg/h (incluido el goteo de sulfato de magnesio).
2. Iniciar
combinación de vasodilatador endovenoso (labetalol o hidralazina) más antihipertensivo
oral (nifedipina) hasta lograr TAD de 90 mmHg si no ha finalizado el embarazo
(tabla 3).
3. Iniciar
sulfato de magnesio.
4. Tomar
exámenes según la disponibilidad de laboratorio: hemograma con recuento de
plaquetas, pruebas hepáticas (LDH, transaminasas, AST y ALT) y creatinina.
5. Remitir a
nivel de alta complejidad en ambulancia con médico o personal de enfermería o
paramédico que realice:
Toma de presión arterial cada 5 a
10 minutos durante el transporte.
Nueva dosis de Nifedipino o
Labetalol o Hidralazina si la TAS es ≥160 mmHg y /o TAD ≥ 110 mmHg.
Bolo de sulfato de magnesio 2g al
20% a pasar en 20 minutos en 150 cc Solución salina isotónica, si presenta
nuevo episodio convulsivo.
POR TODO LO ANTERIOR PARA EL
TRASLADO DE ESTE TIPO DE PACIENTES ES NECESARIA UNA UNIDAD DE TRASLADOS
ABANZADA PARA LA ADECUADA MONITORIZACION Y CONTROL DE LA TA DURANTE EL TRASLADO.
HEMORRAGIAS.
Hemorragia ante parto.
Embarazo ectópico.
Se define como la implantación
del embarazo fuera de la cavidad endometrial, ocurre aproximadamente en 1% de
los embarazos. Contribuye con un 10 a 15% a la mortalidad materna en países
desarrollados cuando se asocia a rotura tubárica. Existen factores de riesgo
para embarazo ectópico, pero más de la mitad se presentan en mujeres sin
factores de riesgo conocidos.
Diagnóstico clínico y
paraclínico.
Se sospechará un embarazo
ectópico en mujeres con dolor abdominal y prueba de embarazo positiva con o sin
hemorragia vaginal. La triada clásica de amenorrea, sangrado y dolor abdominal
se presenta en menos del 50% de los casos. Toda paciente con sospecha o
diagnóstico de embarazo ectópico deberá ser asistida en una institución que
brinde cuidados ampliados de emergencia obstétrica.
Como apoyo al diagnóstico están
la prueba de embarazo cuantitativa, fracción Beta de Gonadotrofina Coriónica
Humana (B-GCH), la ecografía, la culdocentesis y la laparoscopia.
Las pacientes con embarazo
ectópico roto se presentan signos de choque, incluyendo hipotensión,
taquicardia, signos de irritación peritoneal. Sin embargo, la mayoría de las
pacientes se presentan antes de la ruptura, con manifestaciones inespecíficas;
los signos y síntomas incluyen sangrado vaginal (el cual es típicamente
intermitente y pocas veces excede el volumen de un flujo menstrual normal),
dolor pélvico o dolor abdominal tipo cólico.
Niveles de fracción beta
gonadotrofina coriónica (B-hCG).
Las mujeres que cursan con un
embarazo ectópico tienden a tener niveles más bajos de B-hCG que aquellas con
un embarazo intrauterino, En un embarazo normal, la concentración de B-hCG en
el primer trimestre aumenta rápidamente, duplicándose aproximadamente cada 2
días. Los niveles séricos de B-hCG medidos cada 48 horas pueden contribuir al
diagnóstico de embarazo ectópico, una elevación en la concentración de B-hCG
menor de 66% hace probable el diagnóstico.
Ecografía transvaginal.
La ecografía transvaginal puede
identificar una masa anexial no quística. Con B-hCG positiva y ausencia de saco
gestacional intrauterino se debe buscar obligatoriamente un embarazo ectópico,
aunque, hasta 35% de los embarazos ectópicos pueden no mostrar anormalidades
anexiales.
Tratamiento
El tratamiento del embarazo
ectópico puede ser expectante, quirúrgico o médico.
Tratamiento expectante.
Siempre que cumpla los siguientes
requisitos:
• No evidencia de ruptura
tubárica.
• Mínimo dolor o sangrado.
• Paciente hospitalizada.
• Niveles de B/hCG menores de
1000 mUI/ml.
• Masa anexial de menos de 3 cm o
no detectable.
• No latido cardíaco.
Tratamiento quirúrgico:
Las pacientes que se presentan
con inestabilidad hemodinámica o signos de hemoperitoneo, masa anexial de gran
tamaño y/o niveles de B-hCG altos o actividad cardíaca del embrión deben ser
sometidas a manejo quirúrgico en institución con capacidad para resolver
cuadros de choque hipovolémico. Ante un embarazo ectópico abdominal, la
aproximación quirúrgica por laparotomía está indicada para extracción del feto;
las consideraciones a tener en cuenta con respecto a la placenta son: si la
placenta se encuentra insertada en un órgano no vital (epiplón), se debe
resecar el órgano con la placenta in situ pues el intento de remoción produce
sangrado grave; cuando la placenta está implantada en intestino delgado,
intestino grueso u otro órgano vital se debe seccionar el cordón umbilical
proximal a la placenta y dejarla en el sitio de implantación para administrar
posteriormente metotrexate. El embarazo intersticial requiere resección
quirúrgica con cuña de una porción del miometrio, salpingectomía ipsilateral y
conservación del ovario. En el embarazo ectópico ovárico el tratamiento
quirúrgico es la resección parcial o total del ovario comprometido.
EN CASO DE CONTAR CON UN PACIENTE
CON ESTAS CARACTERÍSTICAS SE PUEDE TRASLADAR EN UNA AMBULANCIA DE URGENCIAS
BÁSICAS SI NO CURSA CON DX DE EMBARAZO ECTÓPICO ROTO, DE NO SER ASÍ TENDRÍA QUE
SER EN UNA UNIDAD DE TRASLADO AVANZADA.
Desprendimiento prematuro de placenta.
El abruptio placentae o
desprendimiento prematuro de placenta se define como el desprendimiento o la
separación total o parcial del sitio de implantación de una placenta
normoinserta antes del nacimiento del feto y después de la semana 22 de
gestación. Puede presentarse con sangrado entre las membranas y la decidua a
través del cérvix o permanecer confinado al útero con sangrado por detrás de la
placenta.
Se presenta aproximadamente en el
1% de las gestaciones, con una mortalidad fetal de 1 en 500 a 750 nacimientos y
una tasa de mortalidad perinatal de 119 por 1000 nacimientos especialmente por
prematurez.
Corresponde al 30% de las
hemorragias de la segunda mitad de la gestación, asociado a una razón de
mortalidad materna de 1%. Está asociado, pero no limitado, a un incremento en
la incidencia de coagulación intravascular diseminada, falla renal, necesidad
de transfusiones e histerectomía.
Factores predisponentes
• Antecedente de desprendimiento
de placenta con una recurrencia después de un episodio del 11% y después de dos
episodios mayor al 20%.
• Trastornos hipertensivos del
embarazo con una incidencia del 2,5% a 17,9%, mayor en pre-eclampsia severa temprana
e hipertensión crónica.
• Edad materna avanzada.
• Multiparidad.
• Parto prematuro y ruptura
prematura de membranas debido a inflamación o descompresion súbita del útero.
• Sobredistensión uterina por
gestación múltiple o polihidramnios.
• Enfermedad vascular.
• Anomalías o tumores uterinos.
• Tabaquismo en una relación
dosis-respuesta, se asocia a necrosis decidual, hemorragia vellosa coriónica y
trombosis intervellosa.
• Consumo de alcohol.
• Consumo de cocaína y drogas
vasoconstrictoras que afectan el flujo placentario y la integridad decidual.
• Trauma abdominal o manipulación
uterina como versión cefá- lica externa.
• Deficiencias nutricionales (deficiencia
de folato).
• Trombofilias (hiperhomocisteinemia).
• Cordón umbilical corto.
Clasificación.
Se han descrito los siguientes
grados de abruptio placentae:
• Grado 0: Asintomático. El
diagnóstico es retrospectivo y por anatomía patológica.
• Grado I: Es leve, representa
aproximadamente el 48% de los casos. La paciente se presenta con sangrado
vaginal leve o ausente (hemorragia oculta), ligera sensibilidad uterina,
frecuencia cardíaca y tensión arterial maternas normales, no asociado a
coagulopatía ni alteraciones del estado fetal.
• Grado II: Es moderado y
representa el 27% de los casos. La presentación del cuadro clínico es sangrado
vaginal moderado o ausente (hemorragia oculta), sensibilidad uterina moderada a
grave con posibles contracciones tetánicas (hipertonía uterina), taquicardia
materna y cambios ortostáticos en la presión arterial, sufrimiento fetal e
hipofibrinogenemia (50 – 250 mg/ dl).
• Grado III: Es intenso y
representa el 24% de los casos. La paciente manifiesta sangrado vaginal
abundante o ausente (hemorragia oculta), útero hipertónico muy doloroso, choque
materno, hipofibrinogenemia (˂150 mg/dl), coagulopatía y muerte fetal.
Diagnóstico clínico y paraclínico
La presentación clínica del
abruptio varía ampliamente desde un sangrado asintomático hasta presentación
con muerte materna y perinatal. La clásica manifestación del desprendimiento
prematuro de placenta incluye sangrado vaginal (usualmente oscuro), dolor
abdominal y contracciones uterinas. Entre los signos se encuentran hipertonía,
sufrimiento fetal y muerte fetal.
La hemorragia oculta se presenta
en un 20% de los casos dentro de la cavidad uterina (coágulo retroplacentario)
con el paulatino desprendimiento de la placenta que puede ser completo,
asociado frecuentemente a complicaciones graves. Aproximadamente un 10% de esta
forma de abruptio placentae está asociado con coagulopatía (coagulación
intravascular diseminada). La forma externa o visible de hemorragia se presenta
en un 80% de los casos. En estos casos el sangrado drena a través del cérvix,
el desprendimiento de la placenta puede ser completo o incompleto y las
complicaciones son menos frecuentes y graves. El feto cursa con patrones de
frecuencia cardiaca de sufrimiento que puede llegar a la muerte fetal. En casos
agudos pueden no presentarse los hallazgos ecográficos características y en
general se considera que en la mitad de los casos la ultrasonografía no puede
hacer el diagnóstico.
Tratamiento
El manejo del abruptio placentae
depende de la presentación del cuadro clínico, de la edad gestacional y del grado
del compromiso materno fetal. El objetivo principal del manejo del
desprendimiento prematuro de placenta es evitar la morbi-mortalidad
materna y morbi-mortalidad fetal, por lo
tanto debe realizarse en niveles con disponibilidad de sangre y cirugía.
Esquema de manejo por niveles de
atención.
En niveles de baja complejidad se
debe proporcionar cuidado de emergencia con posibilidades de reanimación
inicial a todas las pacientes con sospecha de abruptio placentae para la
remisión oportuna a un nivel de mayor complejidad, lo cual incluye:
• Monitoría hemodinámica continua
de signos vitales.
• Oxígeno suplementario continuo
a alto flujo (máscara con reservorio a 12 – 15 l/min).
• Dos accesos venosos 16 o 18 de
buen calibre para administración de cristaloides (solución salina normal o
lactato Ringer).
• Monitoría de la cantidad de
sangrado vaginal.
• Monitoría de la frecuencia
cardiaca fetal.
• Tratamiento de choque
hipovolémico, si es necesario.
El cuidado hospitalario depende
de la edad gestacional y la gravedad de los síntomas. Este manejo incluye:
• Monitoría hemodinámica no
invasiva continua.
• Administración de oxígeno
suplementario.
• Valoración inmediata del
bienestar fetal.
• Administración de líquidos
endovenosos (cristaloides). Según estado hemodinámico de la paciente o signos
de choque hipovolémico es necesario instaurar reanimación agresiva de
cristaloides (bolo 1500 a 2000 cc, posterior infusión de 200 – 300 cc/h) para
garantizar la perfusión tisular.
• Reserva y disponibilidad de hemoderivados
(4 U de glóbulos rojos, plasma, plaquetas y otros hemoderivados). En
instituciones de baja complejidad deberá contarse con al menos 2 volúmenes de
glóbulos rojos, preferentemente de grupo O Rh negativo.
• Amniotomía inmediata para
disminuir la presión intrauterina; lo cual busca evitar la extravasación de
sangre hacia el miometrio y la entrada de sustancias tromboplásticas a la
circulación, que desencadenen la activación de la cascada de coagulación con
posterior desarrollo de coagulación intravascular diseminada.
• Cesárea inmediata si el feto
está vivo y el parto no es inminente, o si hay signos de inestabilidad materna
y/o fetal, teniendo en cuenta el inicio de reanimación hemodinámica agresiva y
disponibilidad absoluta de hemoderivados.
• Tratamiento de coagulopatía o
coagulación intravascular diseminada, siendo el diagnóstico precoz de gran
ayuda en la reposición anticipada de hemoderivados. El tratamiento de la causa
subyacente es fundamental, finalizando el embarazo y extrayendo el feto y la
placenta. El mantenimiento de la circulación efectiva minimiza el efecto
negativo de la isquemia.
• El uso de heparina o agentes
antifibrinolíticos no está indicado en coagulación intravascular diseminada
inducida por abruptio placentae. Una vez que el nacimiento se produce, el
proceso usualmente se resuelve rápidamente y es raro que la coagulopatía
evidente persista más de 12 horas. El conteo de plaquetas retorna a niveles
normales al segundo o tercer días postparto.
POR LAS CONDICIONES ANTES
MENCIONADAS ES NECESARIO EL TRASLADO EN UNA AMBULANCIA DE URGENCIAS AVANZADA.
Placenta previa.
El termino se refiere a la
placenta que cubre o esta próxima al orificio cervical interno (OCI) y se
encuentra implantada en el segmento inferior del útero después de la semana 22
se gestación.
Tradicionalmente la placenta
previa ha sido catalogada en 4 tipos:
• Placenta previa completa: la
placenta cubre completamente el OCI.
• Placenta previa parcial: la
placenta cubre parcialmente el OCI.
• Placenta previa marginal: la
placenta esta cercana al OCI, pero no lo cubre.
• Placenta inserción baja: se
extiende en el segmento uterino pero no sobre el OCI.
La placenta previa complica
aproximadamente el 0,3 al 0,5% de los embarazos, con una tasa de mortalidad
materna relacionada de 0,3% de los casos. La tasa de mortalidad perinatal se
incrementa 3 a 4 veces frente a embarazos normales.
Diagnóstico clínico y paraclínico.
La presentación clínica clásica
de placenta previa es sangrado sin dolor en el segunda mitad del embarazo.
Algunas pacientes pueden presentar sangrado con dolor probablemente secundario
al inicio de actividad uterina. La mayoría de las pacientes con placenta previa
son diagnosticadas por ecografía durante el segundo trimestre de la gestación.
La ecografía transvaginal es el estándar de oro para el diagnóstico.
Tratamiento:
Manejo expectante
La alta tasa de mortalidad
perinatal en placenta previa relacionada con parto pretérmino, puede
disminuirse mediante el manejo conservador expectante y el nacimiento tan cercano
al término como sea posible.
Confirmación diagnóstico
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Realización de ecografía pélvica y/o transvaginal
más doppler en casos indicados.
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Uteroinhibición
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Sólo cuando existan contracciones uterinas en
embarazo de pretérmino.
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Inductores de maduración pulmonar
|
Edad gestacional entre 24 a 34 semanas.
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Finalización del embarazo
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Cesárea electiva entre semana 36 y 37.
Cesárea en placenta previa oclusiva total y
parcial.
|
En mujeres que presentan
sangrados, se deberá ser cuidadoso con la exploración vaginal. El objetivo es
prolongar la gestación en especial con embarazos menores de 32 semanas mientras
el sangrado sea moderado y sin inestabilidad hemodinámica.
La cesárea deberá ser electiva y
realizarse una vez alcanzado el término (de ser posible) ya que la cesárea de
emergencia incrementa el riesgo de sangrado en 50%. Cuando la placenta es
anterior existe mayor riesgo de sangrado durante la cesárea por incisión a
través de la placenta, con mayor dificultad técnica para la extracción fetal.
En gestantes con placenta
marginal si la distancia desde el OCI a la placenta es mayor de 2 cm en la
última evaluación ecográfica realizada entre la semana 35 y 36 de embarazo, se
puede llevar al parto vaginal de manera segura.
Las pacientes con sangrado masivo
o actividad uterina deben hospitalizarse con la colocación de 2 accesos venosos
número 16-18 y la toma oportuna de hemograma, hemoclasificación y reserva de
productos sanguíneos.
Esquema de manejo por niveles de atención
El cuidado prehospitalario y en
niveles de baja complejidad debe proporcionar cuidado de emergencia con
posibilidades de reanimación inicial a todas las pacientes con sospecha de
abruptio placentae para la remisión oportuna a un nivel de mayor complejidad,
lo cual incluye:
• Monitoría hemodinámica continua
de signos vitales.
• Oxígeno suplementario continuo
a alto flujo (máscara con reservorio a 12 – 15 l/min).
• Dos accesos venosos 16 o 18 de
buen calibre para administración de cristaloides (solución salina normal o
lactato Ringer).
• Monitoría de la cantidad de
sangrado vaginal.
• Monitoría de la frecuencia
cardiaca fetal.
• Tratamiento de choque
hipovolémico, si es necesario.
El cuidado hospitalario incluye:
• Monitoría hemodinámica no
invasiva continua.
• Administración de oxígeno suplementario.
• Valoración inmediata del
bienestar fetal.
• Canalizar dos venas con catéter
16 o 18 para iniciar cristaloides en bolos para mantener una presión arterial
sistólica ≥90 mmHg; tomar muestra de sangre para hemoglobina, hematocrito,
recuento de plaquetas, hemoclasificación, tiempos de coagulación y creatinina.
• Administración de líquidos
endovenosos (cristaloides). Según estado hemodinámico de la paciente o signos
de choque hipovolémico es necesario instaurar reanimación agresiva de
cristaloides (bolo 1500 a 2000 cc, posterior infusión de 200 – 300 cc/h) para
garantizar la perfusión tisular.
• Reserva y disponibilidad de
hemoderivados (4 U de glóbulos rojos, plasma, plaquetas y otros hemoderivados).
En instituciones de baja complejidad deberá contarse con al menos 2 volúmenes
de glóbulos rojos, preferentemente de grupo O Rh negativo.
• Colocar sonda vesical para
evaluación de gasto urinario.
• Establecer si reúne condiciones
clínicas para manejo expectante en placenta previa sin sangrado masivo.
• Cesárea inmediata si hay signos
de inestabilidad materna y/o fetal, teniendo en cuenta el inicio de reanimación
hemodinámica agresiva y disponibilidad absoluta de hemoderivados.
• Tratamiento de coagulopatía de
consumo, siendo el diagnóstico precoz de gran ayuda en la reposición anticipada
de hemoderivados.
POR LAS CONDICIONES ANTES
MENCIONADAS SI EL DIAGNOSTICO ES PRECOS SE PUEDE REALIZAR EL TRASLADO EN
UNIDADES BASICAS, SI LA PACIENTE CURSA CON SANGRADO REQUIERE UNA UNIDAD DE
TRASLADO AVANZADA.
Hemorragia postparto. (HPP)
Se define como la pérdida de
sangre mayor a 500 cc luego de un parto vaginal o mayor a 1000 cc después de
una cesárea.
La HPP masiva está definida como
el sangrado mayor a 1000 cc en las primeras 24 horas del puerperio, o ante un
descenso mayor o igual al 10% del hematocrito o si el sangrado se asocia a una
inestabilidad hemodinámica.
La HPP es la principal causa de
mortalidad materna directa a nivel mundial y es responsable del 25 al 30% de
las muertes maternas. El tiempo desde el inicio hasta el deceso es corto. Es
responsable del 22 al 55% de los casos de morbilidad materna extrema con
incremento en la tasa de histerectomía, falla renal, sepsis y admisión a UCI.
El sangrado activo no controlado
genera choque hipovolémico secundario cuando se alcanza una pérdida de volumen
sanguíneo del 40%. En este estado las demandas de los tejidos no están suplidas
a través del aporte de oxígeno; la profundidad y el tiempo del choque hipovolé-
mico generan hipotermia, coagulopatía y acidosis metabólica, conocida como la
tríada de la muerte.
Clasificación.
La hemorragia postparto se
clasifica como temprana o tardía.
La hemorragia temprana es la que
se presenta durante las primeras 24 horas del periodo posparto generalmente en
las 2 primeras horas siendo la más frecuente y grave; las causas son atonía
uterina, retención de restos placentarios, anormalidades placentarias y
laceraciones del tracto genital.
La hemorragia tardía es la que
ocurre entre las 24 horas y las 6 semanas del postparto, con una frecuencia
entre el 5 y 10% de los partos, las causas más comunes son retención de restos
placentarios, infecciones, laceraciones y la enfermedad trofoblástica. Desde el
punto de vista etiológico, la hemorragia postparto según la nemotecnia de las
“4 t”s:
Clasificación de HPP por factores de riesgo y etiología.
Etiología y frecuencia
|
Etiología
|
Factores de riesgo
|
Tono 70%
|
Sobredistensión Uterina Parto
prolongado/precipitado
|
Embarazo múltiple. Macrosomia. Polihidramnios.
Gran Multípara. Hidrocefalia severa.
|
Fatiga Muscular Uterina.
|
Trabajo de parto prolongado. Corioamnionitis.
|
|
Trauma
20%
|
Desgarros vaginales/ cervicales/perineal.
|
Parto instrumental. Episiotomía.
|
Extensión del desgarro en la cesárea.
|
Mal posición fetal. Manipulación brusca durante
la extracción fetal.
|
|
Ruptura uterina.
|
Cirugía uterina previa.
|
|
Inversión uterina.
|
Excesiva tracción del cordón. Gran multípara.
|
|
Tejidos
9%
|
Retención de Restos
|
Placenta o membranas.
|
Anormalidades Placentarias.
|
Localización: Placenta previa. Invasión: acreta,
percreta, increta. Congénitas: Útero bicórneo. Adquiridas: Cirugía previa,
leiomioma.
|
|
Trombos
1%
|
Coagulopatías congénitas.
|
Hemofilia. Enfermedad Von Willebrand.
Hipofibrinogemia.
|
Coagulopatías adquiridas embarazo.
|
HTA. Muerte fetal. Enfermedad hepática. Síndrome
HELLP.
|
|
Púrpura trombocitopé- nica idiopática.
|
||
Coagulación intravascular diseminada.
|
Muerte fetal intrauterina. Toxemia. Abruptio
placentae Embolismo amniótico Sepsis
|
|
Coagulopatía dilucional.
|
Transfusiones masivas.
|
|
Anticoagulación.
|
Historia de TVP y TEP. Uso de Aspirina, Heparina.
|
LAS PACIENTES CON FACTORES DE
RIESGO PARA HPP NO DEBEN FINALIZAR EL EMBARAZO EN UN HOSPITAL SIN BANCO DE
SANGRE, POR LO QUE SU DIAGNÓSTICO PRECOZ ES MUY IMPORTANTE E IGUALMENTE SU
TRASLADO EL CUAL SI ES ANTES DEL PARTO PODRA SER EN UNA UNIDAD BASICA Y SI ES
POSTERIOR AL PARTO TENDRA QUE SER EN UNA UNIDAD AVANZADA CON CONOCIMINENTO DEL
HOSPITAL RECEPTOR SOBRE LA SITUACIÓN DE
LA PACIENTE.
Tratamiento
Prevención de la hemorragia
postparto: manejo activo del tercer periodo del parto.
La única maniobra efectiva para
la prevención de la hemorragia posparto es el manejo activo del tercer periodo.
En gestantes de alto riesgo para HPP hay reducción del 62% de pérdida de sangre
mayor a 500 cc y del 67% en pérdida mayor a 1000 cc, 66% de disminución en
requerimiento de transfusión de sangre y 80% menos necesidad de ocitocina
terapéutica.
La oxitocina es considerada la
droga de elección en el manejo activo del tercer periodo del parto. Las
preparaciones de la ergotamina reducen también el riesgo de HPP con un
incremento significativo de los efectos adversos; y el misoprostol también
reduce la probabilidad de HPP y es ideal en aquellos lugares donde no está
disponible la oxitocina. Todos los medicamentos uterotónicos orales o
inyectables deben estar disponibles para la prevención y manejo de la HPP.
Definición de manejo perinatal
del tercer periodo del parto.
Componente
|
Procedimiento
|
Administración de uterotónicos y clampeo de
cordón
|
Administración de ocitócicos profilácticos: 10 U
de ocitocina o 0,2 mg de ergometrina (si no esta disponible la ocitocina) IM;
una vez que haya cesado de latir el cordón umbilical (1 a 3 minutos).
|
Tracción controlada del cordón
|
No existe evidencia que esta maniobra por si
disminuya el riesgo de HPP, por el contrario su uso rutinario expone a mayor
riesgo de anemia neonatal (si se asocia con ligadura precoz antes del minuto)
e inversión uterina y/o rotura de cordón.
|
Masaje uterino
|
Cada 15 minutos durante las primeras dos horas
del puerperio.
|
Esquema de manejo por niveles de atención
El cuidado prehospitalario y en
niveles de baja complejidad debe proporcionar cuidado de emergencia con
posibilidades de reanimación inicial a todas las pacientes con sospecha de HPP
para la remisión oportuna a un nivel de mayor complejidad, lo cual incluye:
• Monitoría hemodinámica continua
de signos vitales.
• Oxígeno suplementario continuo
a alto flujo (máscara con reservorio a 12 – 15 l/min).
• Dos accesos venosos 16 o 18 de
buen calibre para administración de cristaloides (solución salina normal o
lactato Ringer).
• Cuantificación de sangrado
vaginal.
• Tratamiento de choque
hipovolémico, si es necesario.
El cuidado hospitalario incluye:
• Monitoreo hemodinámico no
invasiv continua.
• Administración de oxígeno
suplementario a altos flujos 10-12 lityros por minuto por mascarilla con
reservorio.
• Toma de muestras
(Hemoclasificación, pruebas cruzadas, hemograma, pruebas de coagulación: PT,
PTT, fibrinógeno, creatinina y electrolitos.
• Mantener 2 vías permehables con
catéter 16 o 18 para iniciar cristaloides en bolos para mantener una presión
arterial sistólica ≥90 mmHg; tomar muestra de sangre para hemoglobina,
hematocrito, recuento de plaquetas, hemoclasificación, tiempos de coagulación y
creatinina.
• Reserva y disponibilidad de
hemoderivados (4 U de glóbulos rojos, plasma, plaquetas y otros hemoderivados).
En instituciones de baja complejidad deberá contarse con al menos 2 volúmenes
de glóbulos rojos, preferentemente de grupo O Rh negativo.
•Administración de líquidos
endovenosos (cristaloides) en caso de no contar con hemoderivados. Según estado
hemodinámico de la paciente o signos de choque hipovolémico es necesario
instaurar reanimación agresiva de cristaloides (bolo 1500 a 2000 cc, posterior
infusión de 200 – 300 cc/h) para garantizar la perfusión tisular.
• Colocar sonda vesical para
evaluación de gasto urinario
• monitorización de la PVC si
esta indicado.
• Tratamiento de coagulopatía de
consumo, siendo el diagnóstico precoz de gran ayuda en la reposición anticipada
de hemoderivados.
Medicamentos:
• Ocitocina 10 UI en bolo y
continuar con 20 unidades en 1000 cc de solución fisiológica a razón de 60
gotas/minuto.
• Metilergonovina amp de 0,2 mg 1
ampolla IM o IV, segunda dosis a los 20 minutos y después 0,2 miligramos cada 2
a 3 horas hasta un total de 5 dosis.
Infecciones obstétricas graves
ABORTO SÉPTICO.
El aborto se define como la
expulsión o extracción del producto de la concepción fuera del útero materno,
con un peso igual o inferior a 500 gramos o antes de las 22 semanas.
El aborto séptico es la infección
del útero y/o de los anexos, que se presenta después de un aborto espontáneo o
inducido. La gran mayoría de los abortos sépticos se derivan de practicas de
“aborto no seguro”, por lo cual la Organización Mundial de la Salud lo define
como “un procedimiento para finalizar un embarazo no deseado por personas con
falta de destrezas necesarias o en un ambiente que carece de los estándares
mínimos o ambos”. El término “no seguro”, no es sinónimo de “ilegal” o
“clandestino”.
En el aborto séptico la infección
inicialmente esta limitada al útero, sin embargo, rápidamente evoluciona a
formas más graves por extensión a órganos vecinos o en forma hematógena.
CUADRO CLÍNICO.
Temperatura mayor a 37.5 °C,
puede acompañarse de malestar general, astenia, adinamia, escalofríos y
mialgias.
- Metrorragia fétida y/o restos ovulares con fetidez (endometritis).
- Útero doloroso a la palpación y reblandecido (miometritis).
- Dolor a la movilización lateral del cuello (expresión clínica de parametritis).
- El cuello generalmente se encuentra entreabierto y es posible evidenciar laceraciones, cuerpos extraños o restos ovulares. Se debe evaluar así mismo lesiones de órganos vecinos (vejiga e intestino).
- La diseminación de la infección lleva a cuadros más graves en donde se agrega:
- Dolor a la palpación de las regiones anexiales (salpingitis).
- Aparición de tumoraciones o colecciones a nivel parauterino, (absceso tubo-ovárico).
- Dolor a la palpación del hemiabdomen inferior (peritonitis).
Evaluación paraclínica
Exámenes complementarios :
• Grupo sanguíneo ABO y Rh.
• Hemograma: valorando el grado
de anemia. Es esperable un aumento de la leucocitosis (mayor a 14.000). La
leucopenia es un indicador de gravedad en el marco de una sepsis. En caso de alteraciones de la crasis puede observarse
plaquetopenia.
• VES y Proteína C reactiva.
• Azoemia, creatinemia, uricemia,
ionograma.
• Funcional y enzimograma
hepático.
• Tiempo de protrombina, tiempo de
Tromboplastina parcial, Tiempo de Trombina, fibrinógeno y Productos de degradación del
fibrinógeno.
• Glucemia.
• Hemocultivos. Para aerobios y
anaerobios.
•Gasometría valorando la
saturación y las alteraciones del equilibrio ácido - base.
• Examen de orina y urocultivo.
Tratamiento del aborto séptico
• Mantener a la paciente
en reposo en decúbito dorsal o semisentada.
• Suspender la vía oral,
si persisten restos ovulares es necesario su evacuación por legrado aspirativo
o instrumental.
• Control de constantes
vitales:
- Estado neurológico.
- Pulso.
- Presión arterial.
- Frecuencia respiratoria.
- Coloración de piel y mucosas.
- Perfusión periférica (relleno capilar, cianosis central o periférica, frialdad periférica).
- Diuresis. Colocar sonda vesical conectada a bolsa colectora para su control.
• Coloque 1 vía venosa periférica
de grueso calibre (catéter calibre 16 o 18). Aporte de cristaloides: Suero
Ringer – Lactato o fisiológico a razón de 1 litro cada 4 horas. Se valorará la
reposición tratando de mantener la presión arterial, la perfusión periférica y
la diuresis a más de 30 ml/h.
• Comuníquese inmediatamente al hospital
de referencia, a forma de coordinar el traslado y recepción segura de la
paciente.
• El traslado debe realizarse en
ambulancia especializada en traslados críticos con médico, enfermera o TUM con
entrenamiento en el manejo de estas complicaciones.
Medidas farmacológicas
Analgesia: Ketoprofeno 100 mgr
IV cada 8 a 12 hrs. En caso de dolor intenso derivados opiáceos (tramadol 50 a
100 mg IV cada 4 a 6 horas sin sobrepasar los 400 mg diarios, demerol 50 a 150
mg IV cada 3 a 4 horas).
Antibioticoterapia. Inicio
inmediato, se requiere el uso asociado de dos antibióticos y un tratamiento
prolongado que en ningún caso será inferior a 7 a 10 días. Se recomienda tener
al menos una cobertura antibiótica de 1 hora previa al legrado.
Ampicilina 1 gr i/v cada 6 hrs o
Cefazolina 1 gr i/v cada 6 hrs más Metronidazol 500 mg i/v cada 8 hrs.
Clindamicina 600 mg i/v cada 6 horas
o Metronidazol 500 mg i/v cada 8 horas más Gentamicina 80 mg i/v cada 8 hrs o Amikacina
1 g IV cada día. Evitar su uso en pacientes con nefropatía.
Ampicilina/sulbactam 1,5 a 3,0 g
i/v cada 6horas más Clindamicina 600 mg i/v cada 6horas.
Ceftriaxona 1 gramo i/v cada 12
horas más Metronidazol 500 mg i/v cada 8 horas.
La terapia antibiótica
intravenosa se deberá mantener por 48
horas desde el último pico febril, pudiendo continuar el plan por vía oral
hasta completar 7 a 10 días.
Antitérmicos: Si la temperatura
supera los 37.5ª C administrar: dipirona 1 gr intravenoso cada 8 horas.
Conducta Obstétrica
Erradicar el foco infeccioso,
restos ovulares y/o eventuales cuerpos extraños.
Infección localizada en el
útero: evacuación uterina para la remoción de los restos ovulares. Se
recomienda iniciar la cobertura antibiótica y proceder a la evacuación en las
primeras 6 horas luego del ingreso. En los abortos con edad gestacional:
Menor a 12 semanas, se puede
realizar por aspiración manual, aspiración instrumental con vacío o curetaje
instrumental.
Mayores a 12 semanas, es
necesario proceder a la expulsión de restos mediante prostaglandinas u
oxitocina y luego al legrado instrumental.
El material obtenido debe
enviarse a estudio anatomopatológico y cultivo. El uso de uteroconstrictores
post legrado esta indicado para contraer el útero y minimizar el sangrado. Se
puede utilizar oxitocina, metilergonovina, carbetocina o prostaglandinas.
Infección más allá del útero:
se requiere la laparotomía exploradora, vía incisión mediana, para realizar el
procedimiento correspondiente acorde con los hallazgos intraoperatorios. Esto
puede incluir la histerectomía con o sin anexectomía, en pacientes con absceso
tubo-ovárico esta indicado su extracción y drenaje quirúrgico. En caso de una
evolución tórpida, pese a la histerectomía, se debe evaluar la necesidad de
reoperar a la paciente en búsqueda de abscesos pélvicos o trombosis del
pedículo ovárico, en cuyo caso se deberá extraer.
SEPSIS OBSTÉTRICA Y SHOCK SÉPTICO.
El
diagnóstico de sepsis se debe sospechar
ante la existencia de 2 o más de los siguientes signos:
•
Temperatura mayor a 38º C o menor a 36º C.
•
Pulso > 90 latidos/minuto.
• Frecuencia
respiratoria mayor a 20/min o la existencia de una PaCO2 menor a 32 mmHg.
• Recuento
leucocitario mayor a 12000/mm3 o menor a 4000/mm3 (o más de un 10% de formas
leucocitarias inmaduras).
•
Falla de órganos a distancia cuya
sintomatología depende de los órganos afectados pudiendo ocurrir alteraciones
de la coagulación o de la función hepática, renal, respiratoria o neurológica.
La
presencia de hipotensión arterial (sistólica menor de 90 mmHg o caída de 40
mmHg de su nivel previo), cianosis, hipo-perfusión periférica, oliguria y
alteración del estado de conciencia (agitación, obnubilación) debe hacer
plantear la existencia de un shock séptico de alta mortalidad.
• Control
de signos vitales: Será el mismo que se describió para el aborto séptico.
Evaluación paraclínica
- A los exámenes indicados en el caso de aborto séptico se agregarán:
- Electrocardiograma.
- Radiografía de tórax.
- Ecografía abdómino-pélvica.
- Otros estudios imagenológicos (Tomografía axial computarizada, Resonancia nuclear magnética) o de laboratorio se solicitarán según el caso.
Conducta ante una sepsis
Ingresar
a la paciente a una unidad de cuidados intensivos de un hospital con disponibilidad
de sala de operaciones, para ser valorada por un equipo multidisciplinario y
proceder a identificar y remover los focos sépticos, esta decisión no debe ser
demorada, muchas veces en pacientes graves retardar la histerectomía lleva a la
imposibilidad de revertir el shock séptico. En estos casos estará indicada la
histerectomía total con revisión de los pedículos ováricos para detectar
trombosis de esos vasos.
Mantener
una oxigenación adecuada mediante uso de máscara de oxígeno o catéter nasal.
Eventualmente puede requerir asistencia ventilatoria. De ser posible se debe
monitorizar la saturación de O2 con oxímetro de pulso manteniendo la misma por
encima de 92 a 94%. La oxigenación dependerá de la ventilación, la perfusión
periférica y el grado de anemia. En caso de insuficiencia respiratoria aporte
oxígeno con máscara de flujo libre o catéter nasal a 6 lt/min. En casos de
shock séptico intubación orotraqueal y
asistencia ventilatoria.
Mantenga
2 vías venosa periféricas de grueso
calibre (catéter calibre 16 o 18). Permite el aporte de medicación y fluidos.
En caso de agravación el colapso venoso puede dificultar su realización, por lo
cuál contar con un acceso vascular adecuado es de gran importancia.
Mantener
una adecuada volemia mediante la reposición con cristaloides: Suero Ringer –Lactato
o fisiológico a razón de 1 lt/cada 4 horas. Se valorará la reposición tratando
de mantener la presión arterial sistólica por encima de 90 mmHg y una perfusión
periférica normal y la diuresis en más de 30 ml/h. A posteriori, se
valorará la necesidad de coloides y
aportes de derivados sanguíneos. Debe ser corregida la anemia a la brevedad,
debiendo recurrirse a la transfusión sanguínea.
La
medición de la presión venosa central esta indicada. En caso de edema pulmonar puede estar
indicado el uso de diuréticos (Furosemida de 20 a 60 mg IV.).
Mejorar
la función cardíaca con el uso de inotrópicos con Dopamina 3 - 10 µg/kg/min en
infusión IV continua, si no mejora la presión arterial por depresión miocárdica
administrar Dobutamina 2 – 20 µg/kg/min en infusión IV continua; si la presión
sigue sin mejorar debido a vasodilatación administrar Norepinefrina 2 a 8 µg/kg/min en infusión IV
continua.
Corrección
de las alteraciones del medio interno: acidosis, disionias, hiperglucemia, etc.
Inicio
de un plan antibiótico adecuado a la causa de la sepsis, asociado, intenso y de
amplio espectro, ver medidas farmacológicas en el aborto séptico.
En
caso de coagulopatía se debe valorar el uso de anticoagulantes. Heparina de
alto peso molecular IV o SC 5.000 UI, seguida de 700 a 2000 UI por hora o
Enoxaparina 20 a 40 miligramos subcutáneos cada 24 horas (en ambos casos se
controlará con Tiempo Parcial de Tromboplastina Activado (TTPA) cada 4 horas
hasta elevarlo en 1,5 a 2 veces de su valor medio, alcanzado este nivel se
continuará con controles diarios de TTPA).
Reposición
de sangre, plasma, factores de la coagulación y plaquetas.
CRITERIOS DE REFERENCIA Y CONTRARREFERENCIA
• En todas las unidades médicas
se deberá valorar si tienen los recursos y la infraestructura necesaria para
atender las emergencias obstétricas, en caso contrario deberá referir a la
paciente.
• Antes del traslado de la
paciente a la unidad médica definida, se recomienda colocar un acceso venoso
permeable desde el inicio de la atención, independientemente del tipo de unidad
médica.
• Las unidades médicas con
pacientes con emergencia obstétrica deberán trasladar a la paciente con
emergencias en las mejores condiciones posibles.
• La paciente deberá ser referida
con resumen médico completo donde especifique la causa del envío, así como el
nombre completo y cédula profesional del médico responsable del traslado.
• Los pacientes deben ser
referidos con consentimiento informado firmado por la paciente, familiar y el
médico tratante.
• Pacientes con cuadro clínico de
sospecha alta de TVP de acuerdo a los criterios clínicos mencionados y que haya
sido valorada por otro especialista como; medicina interna, angiólogo y
neumólogo con estudios de laboratorio como; biometría hemática completa, pruebas
de coagulación y dímeros D (donde exista el recurso).
• Para EP realizar previo al
envío BH, P .de coagulación, ECG, gasometría arterial, tele de tórax, eco
doppler y gamagrama (donde exista el recurso).
• El traslado de los pacientes
con sospecha de EP debe ser efectuado en ambulancias de alta tecnología alta
tecnología (con médico). No es recomendable que el paciente sea referida a otra
unidad por su propios medios.
• Toda paciente con sepsis
puerperal deberá ser referida a la unidad médica más cercana que se ha
identificado dentro de la organización con la capacidad resolutiva para la
atención de emergencias obstétricas; siempre y cuando la unidad receptora
cuente con los recursos y la infraestructura necesaria para otorgar la atención
o si el riesgo de traslado a esa unidad es menor que el beneficio esperado.
• Se recomienda referir a la
unidad médica con capacidad resolutiva a toda paciente con aborto séptico o
sepsis puerperal postaborto que presente datos clínicos de SIRS y tenga el
antecedente de maniobras abortivas, realización de LUI o AMEU así como sangrado
transvaginal fétido.
• Se recomienda referir a la
unidad médica con capacidad resolutiva para su evaluación y tratamiento
integral a toda paciente a quien se le atendió de parto o cesárea y 24 horas
después del evento obstétrico o durante los siguientes 10 días presenta SIRS
acompañado de dolor abdominal y/o sangrado transvaginal o loquios fétidos.
• Se recomienda no referir a la paciente de sepsis puerperal: a) en
condiciones clínicas inestables, b) con una calificación en la escala de
Glasgow de 3 o menos, c) con una Presión Venosa Central (PVC) menor de 6 mm.
Hg, y c) que el traslado implique más de 2 horas.
• Toda paciente con síndrome de
HELLP una vez estabilizada debe de ser enviada a una unidad de tercer nivel
para su atención en la unidad de cuidados intensivos y posteriormente
resolución del embarazo a la brevedad.
PROCEDIMIENTO
Responsable del traslado:
La derivación de pacientes, está
a cargo del médico del servicio de ginecología y obstetricia, en su ausencia
por el post turno, el médico residente.
Los fines de semana y festivos
será realizado por médico de turno en urgencia.
El médico a cargo deberá contactar
y coordinar el traslado con el hospital receptor, según sea el caso.
Documentación:
La paciente deberá ser referida
con resumen médico completo donde especifique la causa del envío, así como el
nombre completo y cédula profesional del médico responsable del traslado,
además del consentimiento informado firmado por la paciente, familiar y el
médico tratante.
Condiciones de traslado:
Toda paciente debe ser acompañada
por un Técnico en enfermería, enfermera o TAMP (Técnico en Atención Medica
Prehospitalaria) capacitado y por medico médico que puede ser Ginecologo,
Intensivista, urgenciologo o médico general capacitado.
En caso de pacientes embarazadas,
se debe llevar equipo de parto y de recién nacido por eventual parto durante el
traslado.
NORMA OFICIAL MEXICANA
NOM-007-SSA2-2016, PARA LA ATENCION DE LA MUJER DURANTE EL EMBARAZO, PARTO Y
PUERPERIO, Y DE LA PERSONA RECIEN NACIDA.
Esta Norma tiene por objeto establecer los criterios mínimos para la atención
médica a la mujer durante el embarazo, parto y puerperio normal y a la persona
recién nacida.
Esta Norma es de observancia obligatoria en todo el territorio nacional, para el
personal de salud de los establecimientos para la atención médica de los sectores
público, social y privado del Sistema Nacional de Salud, que brindan atención a
mujeres embarazadas, durante el parto, puerperio y de las personas recién
nacidas.
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